Buenos días
¿por dónde empiezo? Estoy
desbordada. Ahora mismo tengo mucho menos tiempo que en cualquier otra
temporada del año. ¿No se supone que ahora íbamos a tener tiempo para
aburrirnos?
Tengo tres hijos de distintas edades. Cada uno tiene
diariamente su tarea y después, dos padres con teletrabajo, la organización en
casa es complicada. Conseguir que se realice el teletrabajo a tiempo, según unos
plazos que nos dan con tres hijos en casa, es una utopía. Y ya de entregar los
deberes de los hijos a tiempo, ya ni hablamos.
Pensaba que esta situación el que peor lo iba a llevar era mi
hijo pequeño ya que es el que necesita más movimiento y va a cumplir sus siete
años este viernes encerrado en casa. Es curioso, es el que mejor se ha
adaptado, para él es lo que hay, y ya está dando ideas para su cumpleaños y por
supuesto, todos los demás pensando como hacerlo especial aunque no pueda estar
con la familia ni con los amigos. Y al menos, ¡¡le conseguimos un regalo para
ese día!!
La que lo lleva peor es la mayor, que va a cumplir 13
(también durante la cuarentena, ¡qué suerte tenemos!). Es la primera que
intenta que le deje aunque sea sacar la basura, bajar al patio a por las pinzas
que se nos han caído… Además, le cuesta mucho dormir a las noches… Entiende lo
que pasa, pero la casa se le cae encima.
Aun y todo, intentamos estar con una sonrisa, sacar tiempo
para hacer ese puzle de 1000 piezas que empezamos hace poco para hacerlo en
familia, hacer unas galletas o bizcochos todos juntos, etc.
Y para terminar, tengo que decir, ¡Que ganas tengo de que
llegue semana santa! No hay teletrabajo, no hay tareas… tengo ganas de estar
con mi familia sin hacer malabarismos con el tiempo para pasar con ellos.
Curioso decir esto cuando estamos todo el día en casa y en teoría con mucho
tiempo libre ¿verdad?
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