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La libertad que hay que dar al pueblo es la cultura

lunes, 20 de abril de 2020

En tiempo de alarma ... hay que buscar la felicidad de un niño

 Hola hemos vuelto a la rutina y con ello nuestras madres nos dejan escritos como este muchas gracias.






Ya llevamos más de un mes confinados en casa. Y reconozco que mis hijos lo llevan bastante mejor que yo. Y es normal, he pasado de ser Madre-Trabajadora-ProfesoraATiempoParcial a ser Madre-Teletrabajadora-ProfesoraATiempoCompleto-OrganizadoraDeEventosLúdicos, sin tiempo para ser simplemente YO.
Los primeros días de teletrabajo, me quería tirar de los pelos, no podía conectarme con la oficina, todo errores; el WhatsApp del móvil ardiendo y eso que tenía los grupos de clase silenciados e intentando tener siempre el ánimo arriba con todo lo que estaba sucediendo fuera.
A la semana y media deje de escuchar noticias porque eran devastadoras y sólo dejaba entrar música alegre en casa.
He tenido días que mientras realizaba informes, la niña, a mi lado, me hacía preguntas de Ciencias, otros en los que mientras trataba temas con mi jefe por teléfono, tenía que interrumpir la conversación para explicarle a mi niña que el mundo no explotaba si no contestaba a su pregunta en ese momento. Eso los primeros días, después ya fue imposible gestionar teletrabajo y tareas.
Hoy debería estar jugando con mis hijos y he estado mirando los Racimas para ver que cosas tenía pendientes de mandar y sintiéndome mala madre por no haberlas mandado antes.
Creo que a todos nos ha venido esto grande y también creo que es una oportunidad buena para reciclarnos y pensar en lo que debemos mejorar en nuestra vida y en nuestro trabajo.
Como informática obsoleta que soy, me siento muy triste porque veo que aunque vivimos en la era tecnológica no sabemos sacarle partido.
Creo que todos deberíamos pararnos y pensar. 
La niña es feliz cada vez que recibe un mensaje de sus profesores y siempre viene corriendo a decírmelo.
En estos momentos, la única ventana que tienen estos niños al mundo es la que le proporciona un ordenador, una tablet o un móvil. Y muchas veces he pensado … que frío es un blog… con lo felices que serían los niños viendo quince minutitos a sus profesores.
Los pobres han pasado de estudiar, jugar y correr por el parque a estar confinados en una casa. Han perdido todo su mundo. No pueden abrazar a sus amigos, se tienen que conformar con verlos por vídeo llamada. Y no se quejan.
Creo que el curso ya se ha acabado, que no van a volver al colegio y que no pueden adquirir las mismas competencias que yendo a clase.
El cole está de luto, así que no estaría mal pararnos todos a pensar e intentar humanizar un poco la situación de estos pequeños. Que, en mi modesta opinión…
SON LOS MAYORES SUPERHÉROES.


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