Ayer recibimos un mensaje de FAPA en la que se nos confirma que la administración no va a hacer nada respecto a la conciliación laboral y familiar hasta septiembre, está claro que la situación actual de las familias no es una prioridad para ellos.
Las posibles ayudas para la contratación de personal para la conciliación familiar, si se hacen, será para septiembre. Con lo cuál este verano sólo quedarían opciones laborales con la empresa. Las empresas no van a hacer mucho más de lo que están haciendo, flexibilidad horaria y teletrabajo se han disparado durante el confinamiento. Ahora mismo están en fase de VACACIONES ADELANTADAS, ERTES y DESPIDOS, pides excedencia o reducción de jornada casi haces un favor, seguro que te la conceden. Pero no es la solución (disminuyen los ingresos de los hogares). Las empresas ahora mismo no son el punto donde apretar, descensos de facturación del 40% mínimo, están sobreviviendo. En una sociedad donde hacen falta dos sueldos para pagar una hipoteca con una media de 2 hijos por familia o habilitan espacios para atender a los hijos o facilitan la contratación de cuidadores u otras medidas de conciliación.
A nivel local, como AMPA, vamos a enviar una carta al Ayuntamiento para proponer que busquen soluciones para este verano ya que no hay disponibles ahora mismo ni ludotecas, ni campamentos ni otra serie de actividades para este periodo estival.
Seguiremos pidiendo alternativas e informando de ellas.
Un saludo
Blog de noticias e información editado por la Asociación de Padres y Madres del CEIP Obispo Blanco Nájera.
PAGINAS DEL BLOG
Sólo el que sabe es libre, y más libre el que más sabe
Sólo la cultura da libertad
No proclaméis la libertad de volar, sino dad alas ; no la de pensar, sino dad pensamiento
La libertad que hay que dar al pueblo es la cultura
Sólo la cultura da libertad
No proclaméis la libertad de volar, sino dad alas ; no la de pensar, sino dad pensamiento
La libertad que hay que dar al pueblo es la cultura
martes, 2 de junio de 2020
lunes, 25 de mayo de 2020
Y yo no tenía tareas...
Hola a todos,
Soy una madre de este cole que lleva sin convivir con sus hijas
desde el 13 de marzo.
Ese prisma desde el que por distintos motivos me he visto colocada
ante la situación en que nos encontramos, ha hecho que no me sintiera con mucho
ánimo para aportar mi vivencia personal en este blog, ya que mi confinamiento
no se ha desarrollado entre plataformas digitales escolares, sino
pseudo-teletrabajando sola en mi casa y jugando a las cartas esporádicamente
con mis hijas a través de una pantalla. Creo que entrar a valorar si es mejor o
peor no aporta mucho, pero de lo que no cabe duda es de que mi experiencia está
siendo distinta a la que estáis viviendo la gran mayoría de vosotros.
Si algo he tenido durante esta encerrona ha sido, además de
tiempo, mucho silencio para reflexionar.
Sospecho que salvando las particularidades de cada caso, la
vivencia tanto escolar como familiar de muchos de nuestros hijos en esta
situación no está siendo muy distinta, pero no soy yo la persona más adecuada
para contaros cómo les ha ido afectando a las mías. Por muy a menudo que las
haya visto por la pantalla y hablado con ellas, ninguna plataforma de
videollamada y/o mensajería puede sustituir a lo que las horas de contacto
directo personal aportan acerca de cómo les afectan sus circunstancias del día
a día.
Al principio de esta encerrona me preguntaba (y lo sigo haciendo)
si no será esta sensación parecida a lo que un docente pueda sentir trabajando
desde su casa. Por eso me he sentido identificada con ellos, que han visto
desaparecer a sus alumnos para verlos convertirse de repente en píxeles de una
pantalla. Pensé que podíamos encontrarnos ante una oportunidad para aprender a
valorar como padres la labor docente por vernos obligados a calzarnos en cierta
forma sus zapatos. Yo todavía no me los he calzado pero lo acabaré haciendo,
que esto no tiene mucha pinta de que a nivel educativo vaya a cambiar
demasiado.
Y menos aún cambiará si callamos nuestras historias particulares
que son las que dan forma al conjunto de la experiencia desde nuestro punto de
vista como familias.
Hemos demostrado socialmente que sabemos ir “a una”, nos hemos
repetido mil veces que “esto lo superamos juntos”, y así lo hemos hecho,
arrimando el hombro de la mejor manera que hemos podido cada uno. Esto,
aplicable a todos los ámbitos sociales, en el caso particular que aquí nos
afecta se refiera a un colectivo que incluye tanto al profesorado como los
padres, las madres y los propios niños.
Personalmente tiendo a ser un tanto individualista, incluso en mi
interés por el bien común. Estoy convencida de que una muy importante manera de
arrimar el hombro es sacar a la luz nuestras historias particulares en lugar de
dejar que se diluyan en un colectivo que pocas veces es uniforme.
Porque si esta situación se está sostenido de alguna forma (y no
para todos) es sin duda con el enorme sostén de padres y madres encerrados en casa con sus hijos, trantando
de dominar las plataformas y asumiendo tareas docentes que antes se realizaban
en el aula.
Los profesores han tenido que adaptar su trabajo a una situación
totalmente nueva y repentina para todos en circunstancias personales tan
complicadas como las de todos, lo cual no cabe duda que les ha supuesto un
tremendo esfuerzo personal y profesional. Con toda sinceridad digo que valoro
su esfuerzo y no les envidio, sin embargo, el comunicado que emitió elpasado
viernes la dirección de nuestro centro a través de Racima ha despertado mi
indignación a pesar de haber estado distanciada de esa colaboración de las
familias a la que alude en relación a la nueva “educación a distancia
establecida”
He buscado en la RAE digital el significado del verbo establecer y
leo lo siguiente: 1.- Fundar, instituir.
2.- Ordenar, mandar, decretar.
3.- Dejar demostrado y firme un principio, una teoría, una idea, etc
Nuestro director nos dice que la educación a distancia se
estableció desde el inicio del confinamiento. Estoy de acuerdo en que el
coronavirus nos ordenó meternos en casa a todos para salvar la vida, así que en
ese sentido fue el endemoniado bichito quien fundó/ordenó lo que ahora tenemos.
Respecto a la tercera acepción: ¿de qué idea, principio o teoría surge lo que
se ha establecido durante estos meses? Personalmente no creo que la
improvisación sea fundamento para establecer nada, y mucho menos un sistema de
enseñanza, a pesar de que la improvisación esté totalmente justificada por las
circunstancias. Sólo improvisadamente se puede hacer una transformación como la
vivida en tan poco tiempo.
Tampoco creo que el sistema al que se ha llegado esté consolidado.
He buscando también en la RAE el significado de la palabra
consolidar y dice: 1.- Dar firmeza y solidez a algo. 2.- Convertir algo en definitivo y
estable 3.- Reunir, volver a juntar algo
quebrado o roto de modo que quede firme.
No creo que muchas de las familias que están colaborando en el
aprendizaje sus hijos consideren estar contribuyendo a una educación a
distancia sólida y firme. Tampoco creo que lo piensen muchos educadores. Los
hogares no son aulas, ni los padres profesores, ni los niños conejillos de
indias, ni los docentes mensajes de Racima.
Que el curso termine así puede ser un mal que no tengamos más
remedio que asumir por lo poco que ya queda, pero lo que me parece inaceptable
es que se contribuya a la normalización de esta “nueva educación a distancia”
como algo establecido y consolidado.
El Pacto Social de Reconstrucción Educativa cuyo texto nos
distribuyó el AMPA nos da una idea de por dónde irá la cosa el curso que viene.
Ahora ya no se trata de improvisar sino de
hacer autocrítica, de escuchar a todas las partes y de tomar conciencia
de la relevancia que las instituciones de enseñanza tienen socialmente no sólo a nivel formativo
sino también organizativo.
Se ha convocado un Consejo Escolar en nuestro centro entorno a ese
Pacto y se nos ha pedido colaboración para que nuestros representantes puedan
aportar en él la visión de las familias de la manera más ajustada posible a las
experiencias reales. Somos uno de los ingredientes sociales fundamentales de
est Pacto, incluso más de lo que nunca habíamos sido.
Yo no me veo en posición de hacer muchas aportaciones prácticas
acerca de las cuestiones concretas a mejorar cara al curso que viene, así que
comparto con vosotros mis reflexiones por si pueden animar a quienes sí tenéis
la experiencia directa de estos meses para hacerlo. Si algo quedó en el tintero
creo que sería una lástima que se quedara en él porque seguro que habrá más
oportunidades para hacer llegar nuestras sugerencias al centro.
Estoy convencida de que a través de las palabras se pueden generar
realidades, establecer normalidades, favorecer cambios...
Pienso que enfrentarnos a una “nueva realidad” es mucho más
productivo, sensato y responsable que asumir con resignación una “nueva
normalidad” que por ser nueva es imposible que haya llegado a ser normal y que
de hecho a la vista de todos está su aplastante realidad a-normal.
Esto es lo que la RAE dice acerca de la normalidad: 1.- Que se
halla en su estado natural 2.- Habitual
u ordinario 3.- Que sirve de norma o
regla.
En ningún caso considero normal ni consolidada una educación en la
que los niños carecen de unos mínimos de convivencia, socialización y trabajo
colaborativo en el aula. Creo que ya va siendo hora de dejarles que se junten y
que recuperern al menos una parte de su normalidad más allá de las tareas
diarias impersonales.
Todo ello dentro de las medidas organizativas y de seguridad que
sean necesarias, claro está, aunque sean sin duda difíciles de implementar.
Espero poder veros pronto por el patio: en grupos pequeños,
guardando la distancia, con mascarilla y gel hidroalcohólico…
Todo lo que haga falta para sacar a nuestros pequeños de un
aislamiento social digitalizado en el que llevan ya demasiado tiempo.
lunes, 11 de mayo de 2020
Hola me oyen??
Hoy publicamos como era el sentir de una mamá durante el confinamiento
En mi caso, no tengo en casa ni un triste balcón para que mis hijos respiren. Siento ansiedad por ver que no les puedo ofrecer más. Ellos no se concentran igual, y la demanda educativa, en estas circunstancias, es alta para ellos. Intento inventar juegos, meditación, y todo tipo de cosas para que ellos se sienten bien. Realmente, gasto mi tiempo intentando ofrecer a mis hijos cierta dinámica educativa de calidad, con los pocos medios de que dispongo. Pues no soy profesora, no psicóloga ni nada parecido, es como si me estuviera sacando un "máster" en estos momentos. A ello hay que añadir, que en mi caso, mi pareja sigue trabajando fuera y yo me encuentro sola, con mis hijos con mucha diferencia de edad entre ellos, por tanto los métodos con uno no funcionan con el otro, además debo hacer la comida, entretenerles, intentar teletrabajar, y estudiar, ya que esto último forma parte de mi trabajo. Así que como madre me siento frustrada por no llegar a todo y como mujer trabajadora me siento impotente por no llegar a nada. Aún así, intento afrontar los días con una sonrisa por que ellos, mis hijos, no tienen la culpa.
En mi caso, no tengo en casa ni un triste balcón para que mis hijos respiren. Siento ansiedad por ver que no les puedo ofrecer más. Ellos no se concentran igual, y la demanda educativa, en estas circunstancias, es alta para ellos. Intento inventar juegos, meditación, y todo tipo de cosas para que ellos se sienten bien. Realmente, gasto mi tiempo intentando ofrecer a mis hijos cierta dinámica educativa de calidad, con los pocos medios de que dispongo. Pues no soy profesora, no psicóloga ni nada parecido, es como si me estuviera sacando un "máster" en estos momentos. A ello hay que añadir, que en mi caso, mi pareja sigue trabajando fuera y yo me encuentro sola, con mis hijos con mucha diferencia de edad entre ellos, por tanto los métodos con uno no funcionan con el otro, además debo hacer la comida, entretenerles, intentar teletrabajar, y estudiar, ya que esto último forma parte de mi trabajo. Así que como madre me siento frustrada por no llegar a todo y como mujer trabajadora me siento impotente por no llegar a nada. Aún así, intento afrontar los días con una sonrisa por que ellos, mis hijos, no tienen la culpa.
lunes, 4 de mayo de 2020
REFLEXIÓN DISTOPICA DEL CONFINAMIENTO
Hola después de un fin de semana con celebración del día de la madre otra persona nos ha hecho llegar un escrito contando su experiencia.
Este confinamiento ha hecho que educadores, padres, madres e hijos nos tengamos que enfrentar a una situación nueva, diferente, como una novela distópica de ciencia ficción. Estamos cansados de escuchar eso de “ahora que tenemos más tiempo”. Quizás, si reflexionáramos sobre ello, nos daríamos cuenta de que el tiempo es el mismo. Solo ha cambiado el aquí y el ahora.
Muchas de nuestras casas se han convertido en una ventana al mundo y al colegio gracias a la tecnología. Hemos intentado administrar el tiempo de una manera más o menos lógica. O eso creímos en un principio. Para nosotros ha sido imposible: un niño encerrado en casa es muy posible que no entienda el concepto “rutina”. Y a nuestra hija, en una situación normal, ya le cuesta seguir las rutinas.
Como padres hemos tenido que poner nuevas normas de convivencia y/o reformar parte de las ya existentes. Con sus pros y sus contras, más de los últimos que de los primeros. Los educadores, por su parte, han planteado un método para continuar el curso de una manera “normal”. Y no, no se puede seguir nada con normalidad en una situación tan anómala como esta.
Se introdujo la aplicación Snappet, la cual nos parece fantástica para utilizarla en el aula, pero no en casa en estas circunstancias. Nuestra hija necesita escuchar y ver a sus profesores. Se comenzaron a enviar tareas vía RACIMA hasta que, por fin, llegó el blog para centralizar y organizar mejor la información. Al principio nuestra hija estaba ilusionada. Ahora está desmotivada y sobrecargada de tareas, y eso que antes tenía extraescolares cuatro días a la semana. Ha perdido el interés por aprender. Así que reflexionemos: nuestros hijos necesitan algo más (lo dicho, ver y escuchar) y algo menos (tareas que quizás puedan suplirse con otro tipo de actividades).
Junto con el teletrabajo y demás obligaciones de adultos, escuchamos y resolvemos sus dudas. Y lo hacemos, o lo intentamos, pero seguro (como es nuestro caso) que el método que les enseñemos para realizar un problema de Matemáticas, por ejemplo, no es el mismo que el estipulado ahora. Nosotros aprendimos esa materia hace casi cuarenta años. O lo que es lo mismo, existe un abismo de diferencia de conceptos de aprendizaje entre padres e hijos (y abuelos, en algunos casos).
Como padres creemos que se podía hacer un pequeño esfuerzo por parte del profesorado y contactar con sus alumnos, aunque solo sea unos minutos al día. Si esto no es posible se podrían grabar las clases para que los niños puedan seguir las explicaciones viendo y escuchando a su “profe”. Y, por favor, que se deje de cargar de tareas a los chavales. Quizás es mejor que lean un libro antes que hacer veinte ejercicios de Lengua delante de una pantalla de ordenador.
Esto solo es una reflexión, no una crítica. Ya hay demasiados críticos en este nuevo mundo distópico que, seguro, cuando vuelva la “normalidad” nunca volverá a ser como el de antes.
Mucho ánimo y paciencia a todos y todas.
P.D. Nuestros hijos e hijas verán la llegada a Marte o la cura del cáncer. Nosotros nos conformamos con que la WIFI de casa no se desconecte o que alguien nos pase una papelina de levadura de estraperlo…
...
jueves, 30 de abril de 2020
No os echéis a temblar...
Hola familias.
No os echéis a temblar... 🤣 Aunque reconozco que es para hacerlo conociéndome...
Veréis... Después de la reunión de zoom creo que todos hemos podido constatar que los críos están aburridos de que esta actividad telemática se reduzca a deberes y más deberes. Pierden el interés. Nosotros no explicamos del mismo modo. Venimos de "otros tiempos" y acabamos recurriendo a nuestras técnicas confundiéndolos. Yo que no trabajo fuera de casa, ni ahora de forma telemática como hacéis algunos, no doy abasto. La sensación de ser un fiasco como madre o padre a veces abruma y hoy precisamente no ayuda a restar estrés. En mi caso personal no hay balcón, ni salón ya que el padre está recluido en él al ser sanitario. No hay espacio como para ciertas labores de educación física, u otras sin empantanar la cocina más aún de las inmersiones como panaderos y reposteros para llenar espacios muertos. Vivo en una casa muy normalita vaya.
Los chiquillos necesitan ver a sus profesores. En cierto modo algunos demuestran así más empeño porque les tienen ya sea respeto o cariño. O ambos. Muchos padres andamos agobiados a la gresca diariamente con los deberes porque no todos son responsables o tienen las mismas ganas de trabajar ni el mismo prurito o gusanillo por aprender. Creo que ya es suficiente el estrés al que todos estamos sometidos como para encima estar encima de ellos como guardianes increpándoles, acuciando, discutiendo. Así sólo se complica más caldeando un ambiente ya "cargadito" de altibajos emocionales y se hace más cuesta arriba.
Hay niños creativos que se entretienen dibujando, pintando... Otros... necesitan ese refuerzo, por así llamarlo, de la presencia del profesor. Y ¡ojo! No me quejo. En mi caso Susana está pendiente de animar a mi hija y que no se desanime y pierda interés al ver sus fallos en Snappet. No puede dar más de sí. Ella, o cualquier otro profesor/a, que además tiene también que supervisar a sus propios hijos, tampoco lo tienen fácil. Todo esto nos ha pillado más que desprevenidos. Y las tecnologías son asignatura pendiente también para muchos padres (me incluyo). Con ésto sólo quiero proponer clases explicativas on-line, virtual, "telemáticas".
20'. No hace falta mucho más. Algunos vecinos/as míos, así como amigos de mi hija mayor en otros institutos, es lo que están recibiendo 2/3 veces por semana.
Otro punto... para no estar pendiente de Racima me gustaría proponeros que los deberes se enviaran en un plazo concreto para toda la semana. Esto lo expuso mi hija mayor a su tutor por Racima en el instituto y esta medida ha sido adoptada finalmente por la Jefatura de Estudios para aplicarla a todos los alumnos de D'Elhuyar. Ayuda a organizar la agenda. Es desalentador andar con una tarea y recibir otra, otras, con el mismo apremio partiendo el ritmo. Amén de los problemas de saturación de Wi-Fi a la hora de estar diariamente haciendo uso de RACIMA. Yo ya he expuesto lo que creo y observo. Que se agobian venga a hacer deberes. Y que es muy, pero que muy posible, que nos veamos así a principios del curso que viene, y que es algo que urge considerar.
No os echéis a temblar... 🤣 Aunque reconozco que es para hacerlo conociéndome...
Veréis... Después de la reunión de zoom creo que todos hemos podido constatar que los críos están aburridos de que esta actividad telemática se reduzca a deberes y más deberes. Pierden el interés. Nosotros no explicamos del mismo modo. Venimos de "otros tiempos" y acabamos recurriendo a nuestras técnicas confundiéndolos. Yo que no trabajo fuera de casa, ni ahora de forma telemática como hacéis algunos, no doy abasto. La sensación de ser un fiasco como madre o padre a veces abruma y hoy precisamente no ayuda a restar estrés. En mi caso personal no hay balcón, ni salón ya que el padre está recluido en él al ser sanitario. No hay espacio como para ciertas labores de educación física, u otras sin empantanar la cocina más aún de las inmersiones como panaderos y reposteros para llenar espacios muertos. Vivo en una casa muy normalita vaya.
Los chiquillos necesitan ver a sus profesores. En cierto modo algunos demuestran así más empeño porque les tienen ya sea respeto o cariño. O ambos. Muchos padres andamos agobiados a la gresca diariamente con los deberes porque no todos son responsables o tienen las mismas ganas de trabajar ni el mismo prurito o gusanillo por aprender. Creo que ya es suficiente el estrés al que todos estamos sometidos como para encima estar encima de ellos como guardianes increpándoles, acuciando, discutiendo. Así sólo se complica más caldeando un ambiente ya "cargadito" de altibajos emocionales y se hace más cuesta arriba.
Hay niños creativos que se entretienen dibujando, pintando... Otros... necesitan ese refuerzo, por así llamarlo, de la presencia del profesor. Y ¡ojo! No me quejo. En mi caso Susana está pendiente de animar a mi hija y que no se desanime y pierda interés al ver sus fallos en Snappet. No puede dar más de sí. Ella, o cualquier otro profesor/a, que además tiene también que supervisar a sus propios hijos, tampoco lo tienen fácil. Todo esto nos ha pillado más que desprevenidos. Y las tecnologías son asignatura pendiente también para muchos padres (me incluyo). Con ésto sólo quiero proponer clases explicativas on-line, virtual, "telemáticas".
20'. No hace falta mucho más. Algunos vecinos/as míos, así como amigos de mi hija mayor en otros institutos, es lo que están recibiendo 2/3 veces por semana.
miércoles, 29 de abril de 2020
Padre en confinamiento con hijos en el cole
Hola hoy tenemos la visión de un papá que ha querido contarnos como está pasando estos días.
Un saludo y animaros a escribirnos , que ahora que no os vemos por el patio del cole queremos saber como estáis.
Hoy, he estado casi dos horas para hacer dos tareas de una asignatura de una de mis dos hijas y otro tanto tiempo pensando y hablando con más padres de este tema.
Todo ha empezado cuando he recibido un correo en la plataforma oficial de educación de un profesor, en el que aparecía la palabra “tarea” en su asunto, y sí, he estado atareado.
Atareado para localizar cada una de las 5 tareas que en él se indicaban, dos de ellas no disponibles (se nos ha mandado rápido otro mail indicándolo). De las otras tres tareas: la primera se nos manda un enlace con preguntas, pero no el enlace con la historia de la que preguntan por lo que he buceado entre el web mail y la plataforma blog que usa el colegio (donde hay información agrupada y desagrupada), y lo he conseguido. Después, la segunda y tercera tarea las he localizado más rápido.
Creo que para evitar estos problemas una opción es que se manden correos personalizados a cada alumno a través de la plataforma de educación por parte del tutor. De esta manera los padres tienen de manera clara e inequívoca lo que tiene que hacer su hijo, sin tener que estar buscando en varios sitios y hablar sólo con un interlocutor.
De esta manera se gana agilidad y los profesores tienen en un sitio oficial, todas las contestaciones y materiales que han realizado los alumnos, pero bueno, los que tienen los mails son los padres, no los alumnos, entonces ¿a nosotros nos van a poner nota también?.
Creo que me he ganado un descanso después de escribir todo esto y espero dar un paseo el Domingo.
Saludos a tod@s!!
Un saludo y animaros a escribirnos , que ahora que no os vemos por el patio del cole queremos saber como estáis.
Hoy, he estado casi dos horas para hacer dos tareas de una asignatura de una de mis dos hijas y otro tanto tiempo pensando y hablando con más padres de este tema.
Todo ha empezado cuando he recibido un correo en la plataforma oficial de educación de un profesor, en el que aparecía la palabra “tarea” en su asunto, y sí, he estado atareado.
Atareado para localizar cada una de las 5 tareas que en él se indicaban, dos de ellas no disponibles (se nos ha mandado rápido otro mail indicándolo). De las otras tres tareas: la primera se nos manda un enlace con preguntas, pero no el enlace con la historia de la que preguntan por lo que he buceado entre el web mail y la plataforma blog que usa el colegio (donde hay información agrupada y desagrupada), y lo he conseguido. Después, la segunda y tercera tarea las he localizado más rápido.
Creo que para evitar estos problemas una opción es que se manden correos personalizados a cada alumno a través de la plataforma de educación por parte del tutor. De esta manera los padres tienen de manera clara e inequívoca lo que tiene que hacer su hijo, sin tener que estar buscando en varios sitios y hablar sólo con un interlocutor.
De esta manera se gana agilidad y los profesores tienen en un sitio oficial, todas las contestaciones y materiales que han realizado los alumnos, pero bueno, los que tienen los mails son los padres, no los alumnos, entonces ¿a nosotros nos van a poner nota también?.
Creo que me he ganado un descanso después de escribir todo esto y espero dar un paseo el Domingo.
Saludos a tod@s!!
lunes, 27 de abril de 2020
TRANQUILIDAD, RELATIVIZAD…!
Esto es lo que tengo que repetirme 20 veces al día como si fuera un mantra! Me encanta leer las entradas de este blog. Ver que otras madres del cole se sienten como yo. Me río y respiro hondo. Y me repito “Tranquilidad, relativizad. Estamos juntos y sanos”.
Soy madre de un niño de 1º, y maestra, animadora de juegos, organizadora de gincanas, luchadora ninja, cuentacuentos, hija, ama de casa… Me encanta leer, pero no he podido coger un libro desde que comenzó el confinamiento. Mi hijo es muy movido e hijo único, por lo que demanda nuestra atención TODO EL DÍA. Eso, o ver la tele.
Mi marido y yo somos maestros y esto nos ocupa muchísimas horas al día sumado a que compartimos el mismo ordenador y controlamos las nuevas tecnologías como recurso para nuestro trabajo en una situación normal. Pero ahora todo es diferente…
Haciendo las tareas con el peque a veces me desespero. ¿Cómo es posible que 1 cunda más que los 25 de mi clase? Me agobio y me repito el mantra. Las primeras semanas fueron más estresantes: deberes de todas las asignaturas, de la extraescolar de inglés, de música, graba un vídeo de la actividad tal, graba un vídeo de un reto… una situación nueva para todos. No llegábamos. Y era muy frustrante.
Creo que ahora hemos llegado a un pseudo-equilibrio. Damos importancia además de a los deberes a cocinar, a colaborar en casa, a pintar, al huerto, a contar cuentos, hacer manualidades... Sin ponernos grandes objetivos. A lo que llegamos, llegamos.
En primaria todo es cíclico, todo se repasa y se amplía al año siguiente. Así que sin agobios. Creemos que el hecho de poder salir a la calle a partir del lunes con el peque nos va a ayudar a desfogar tanta energía contenida y a estar mejor.
Poquito a poquito, ya nos queda menos.
¡Tranquilidad y relativizad!
viernes, 24 de abril de 2020
EN ESTADO DE DESORDEN…
En una de las dos mil dosis extra de convivencia familiar que nos está proporcionando este confinamiento, me encontré una panorámica del salón de casa que incluía a mi hijo mayor de 1º de la ESO, en el rincón de la mesa con el portátil atendiendo a lo que se suponía, por el horario, una sesión de CLASSROOM. Me rechinó inmediatamente en la composición visual la bolsa de patatas fritas, autopsiada por la mitad y con su contenido completamente degustado, a excepción de 4 migas inaprovechables, que al no poderse aprovechar, acabaron uniformemente repartidas por el entorno más cercano del alumno en cuestión en las tres dimensiones espaciales. Efectivamente, pueden cundir mucho 4 migas de patatas.
Otra cosa no, pero esta experiencia me está dotando de un amplísimo catálogo de reacciones ante este tipo de situaciones, la elección de una u otra en cada momento resulta que no es algo sujeto a mi voluntad y racionalidad, depende mayormente de uno de los incontrolables de la especie humana: el estado de ánimo, que a su vez, depende de infinitos factores, todos ellos variables, incontrolables y personales…así que esta vez tocó que saliera desde lo más profundo de las entrañas el monstruo del Lago Ness que llevo dentro ( llevo también para ocasiones a Satanás, Anaconda y a la Niña del Exorcista) impartiendo justicia a grito pelado: ¡¡¡¡¡¿¿¿PERO ES QUE TÚ TE PONES A COMER PATATAS FRITAS EN CLASE NORMAL???!!! Esto así gritado 3 veces y apuntillado con un ¡¡¡VAMOS, DIME!!!¡¡DIME, DIME!!!...Bien, su respuesta, desde la insolencia de la adolescencia y desde el descaro de los adolescentes de esta generación, fue: -No, claro que no. Por eso aprovecho ahora que puedo-. Y me quedé sin argumentos de respuesta.
Seguramente otros padres/madres hubiesen contestado adecuadamente y de forma coherente con su manera de pensar. El caso es que yo, llevo desde el inicio de esta crisis rebelándome contra las recomendaciones de todos los estamentos que nos aconsejan gestionar este confinamiento desde la rutina y el orden, con pequeños permisos para el desmadre y liberación de las emociones debidamente acotados en horarios y espacios. Y el caso es que la respuesta de mi hijo llegó precisamente a ese punto. Si tenemos que vivir este período de una manera tan radicalmente diferente ¿por qué no aprovecharlo para experimentar?, ¿por qué no salir de la rutina? ¿porqué no aprovecharlo para descubrir y descubrirnos?. Eso implica ciertos riesgos, claro. Como que lo que encontremos, en ocasiones no nos guste y que para cambiarlo tendríamos que tirar ciertos pilares sobre los que sostenemos lo que hasta ahora es/era una vida satisfactoria. Cuando esto ya te ha tocado hacerlo alguna vez en tu vida, ( siempre forzado, los humanos somos patológicamente resistentes al cambio) sabes que viene precedido de tormenta, miedo y caos, que después, llega la calma y la reubicación, y que habrá cosas que vuelvan donde antes estaban, otras que desaparezcan y muchas nuevas y diferentes. Si lo gestionamos bien, abiertos, sin resistencias, saldremos mejorados, seguro.
Mi reflexión para este blog llega hasta aquí. Quiero dedicársela a quien en su día me colocó en el sitio desde donde tenía que mirar mi vida ( Olga, te sigo llevando todo el rato).
PD.: Ya no hay patatas fritas accesibles en casa, a veces los ensayos acaban en error… que me dejó el salón perdido de migas de patatas, vaya.
lunes, 20 de abril de 2020
En tiempo de alarma ... hay que buscar la felicidad de un niño
Hola hemos vuelto a la rutina y con ello nuestras madres nos dejan escritos como este muchas gracias.
Ya llevamos más de un mes confinados en casa. Y reconozco que mis hijos lo llevan bastante mejor que yo. Y es normal, he pasado de ser Madre-Trabajadora- ProfesoraATiempoParcial a ser Madre-Teletrabajadora- ProfesoraATiempoCompleto- OrganizadoraDeEventosLúdicos, sin tiempo para ser simplemente YO.
Los primeros días de teletrabajo, me quería tirar de los pelos, no podía conectarme con la oficina, todo errores; el WhatsApp del móvil ardiendo y eso que tenía los grupos de clase silenciados e intentando tener siempre el ánimo arriba con todo lo que estaba sucediendo fuera.
A la semana y media deje de escuchar noticias porque eran devastadoras y sólo dejaba entrar música alegre en casa.
He tenido días que mientras realizaba informes, la niña, a mi lado, me hacía preguntas de Ciencias, otros en los que mientras trataba temas con mi jefe por teléfono, tenía que interrumpir la conversación para explicarle a mi niña que el mundo no explotaba si no contestaba a su pregunta en ese momento. Eso los primeros días, después ya fue imposible gestionar teletrabajo y tareas.
Hoy debería estar jugando con mis hijos y he estado mirando los Racimas para ver que cosas tenía pendientes de mandar y sintiéndome mala madre por no haberlas mandado antes.
Creo que a todos nos ha venido esto grande y también creo que es una oportunidad buena para reciclarnos y pensar en lo que debemos mejorar en nuestra vida y en nuestro trabajo.
Como informática obsoleta que soy, me siento muy triste porque veo que aunque vivimos en la era tecnológica no sabemos sacarle partido.
Creo que todos deberíamos pararnos y pensar.
La niña es feliz cada vez que recibe un mensaje de sus profesores y siempre viene corriendo a decírmelo.
En estos momentos, la única ventana que tienen estos niños al mundo es la que le proporciona un ordenador, una tablet o un móvil. Y muchas veces he pensado … que frío es un blog… con lo felices que serían los niños viendo quince minutitos a sus profesores.
Los pobres han pasado de estudiar, jugar y correr por el parque a estar confinados en una casa. Han perdido todo su mundo. No pueden abrazar a sus amigos, se tienen que conformar con verlos por vídeo llamada. Y no se quejan.
Creo que el curso ya se ha acabado, que no van a volver al colegio y que no pueden adquirir las mismas competencias que yendo a clase.
El cole está de luto, así que no estaría mal pararnos todos a pensar e intentar humanizar un poco la situación de estos pequeños. Que, en mi modesta opinión…
SON LOS MAYORES SUPERHÉROES.
miércoles, 8 de abril de 2020
Aquí no se rinde nadie
Seguimos con nuestras historias en tiempos de coronavirus. Otra mamá nos cuenta su situación en estos días
Buenos días
Buenos días
¿por dónde empiezo? Estoy
desbordada. Ahora mismo tengo mucho menos tiempo que en cualquier otra
temporada del año. ¿No se supone que ahora íbamos a tener tiempo para
aburrirnos?
Tengo tres hijos de distintas edades. Cada uno tiene
diariamente su tarea y después, dos padres con teletrabajo, la organización en
casa es complicada. Conseguir que se realice el teletrabajo a tiempo, según unos
plazos que nos dan con tres hijos en casa, es una utopía. Y ya de entregar los
deberes de los hijos a tiempo, ya ni hablamos.
Pensaba que esta situación el que peor lo iba a llevar era mi
hijo pequeño ya que es el que necesita más movimiento y va a cumplir sus siete
años este viernes encerrado en casa. Es curioso, es el que mejor se ha
adaptado, para él es lo que hay, y ya está dando ideas para su cumpleaños y por
supuesto, todos los demás pensando como hacerlo especial aunque no pueda estar
con la familia ni con los amigos. Y al menos, ¡¡le conseguimos un regalo para
ese día!!
La que lo lleva peor es la mayor, que va a cumplir 13
(también durante la cuarentena, ¡qué suerte tenemos!). Es la primera que
intenta que le deje aunque sea sacar la basura, bajar al patio a por las pinzas
que se nos han caído… Además, le cuesta mucho dormir a las noches… Entiende lo
que pasa, pero la casa se le cae encima.
Aun y todo, intentamos estar con una sonrisa, sacar tiempo
para hacer ese puzle de 1000 piezas que empezamos hace poco para hacerlo en
familia, hacer unas galletas o bizcochos todos juntos, etc.
Y para terminar, tengo que decir, ¡Que ganas tengo de que
llegue semana santa! No hay teletrabajo, no hay tareas… tengo ganas de estar
con mi familia sin hacer malabarismos con el tiempo para pasar con ellos.
Curioso decir esto cuando estamos todo el día en casa y en teoría con mucho
tiempo libre ¿verdad?
lunes, 6 de abril de 2020
Cuando aprobarán el ERTE
Hola como seguimos teniendo gente muy valiente os contamos como lo está pasando esta mamá.
Después de haber estado unos días bastante agobiada, he decidido compartir con todos mi situación laboral, personal, mental, con quien quiera leerlo. Llevamos 20 días de encierro con dos hijas y mi marido, 20 días en los que intentamos hacer lo más ameno posible el día a día para que las niñas no se vuelvan locas. Al principio te tomas esta situación como algo hasta divertido, preparamos pignic caseros , bizcochos , galletas, haces las tareas y manualidades que mandan por las plataformas… pero ves como los días pasan y ellas (se son las más importantes en mi caso) se empiezan a agobiar , quieren volver al cole ,empiezan a tener miedos ,empiezan ha hacer preguntas sobre la muerte, si vamos a morir, o si su abuelita que es viejecita se va a morir , y ves como les afecta y cada vez a pones la tele están atentas pero intentando hacerte creer que no lo escuchan. Empiezan a no querer hacer los deberes , ni si siquiera quieren hacer el bingo de educación física! Luego está la situación mental, ves que todo esto no tiene un punto y final con fecha , que cada vez se alarga más ,y claro la cabeza empieza a flaquear porque del trabajo te enteras que el ERTE todavía no está concedido , te dicen que nos lo van a conceder pero claro como hay mogollón…. están saturados, pero claro tú este mes de marzo cobras la mitad y el mes de abril 0€ porque no está el put.... ERTE, hasta el 10 de mayo no percibes un clavel. Así que no sabes si tomarte una cerveza, o un wysky. Si a todo esto le sumas que el 4 día de cuarentena a tu marido lo ponen como posible coronavirus y se tiene que aislar en casa con lo que eso conlleva….. pues igual prefieres ansioliticos. Pero con esto no cuentan los profesores o igual si, ya se que ponen que no es obligatorio hacer todas las tareas, pero como madre te sientes mal si no te esfuerzas e intentas que las hagan , porque lo que no quieres es que esta situación cause a largo plazo un bajón en las notas y que luego sea más difícil para ellas seguir las rutinas del cole. Aún así ponemos una sonrisa,salimos a las 8 a aplaudir todos los días, cantamos canciones ,y deseamos poder salir a dar un paseo al parque lo antes posible. El aplauso debería ser compartido todos los días al 50% Médicos- Niños. Son unos campeones son quienes nos están dando lecciones .
Después de haber estado unos días bastante agobiada, he decidido compartir con todos mi situación laboral, personal, mental, con quien quiera leerlo. Llevamos 20 días de encierro con dos hijas y mi marido, 20 días en los que intentamos hacer lo más ameno posible el día a día para que las niñas no se vuelvan locas. Al principio te tomas esta situación como algo hasta divertido, preparamos pignic caseros , bizcochos , galletas, haces las tareas y manualidades que mandan por las plataformas… pero ves como los días pasan y ellas (se son las más importantes en mi caso) se empiezan a agobiar , quieren volver al cole ,empiezan a tener miedos ,empiezan ha hacer preguntas sobre la muerte, si vamos a morir, o si su abuelita que es viejecita se va a morir , y ves como les afecta y cada vez a pones la tele están atentas pero intentando hacerte creer que no lo escuchan. Empiezan a no querer hacer los deberes , ni si siquiera quieren hacer el bingo de educación física! Luego está la situación mental, ves que todo esto no tiene un punto y final con fecha , que cada vez se alarga más ,y claro la cabeza empieza a flaquear porque del trabajo te enteras que el ERTE todavía no está concedido , te dicen que nos lo van a conceder pero claro como hay mogollón…. están saturados, pero claro tú este mes de marzo cobras la mitad y el mes de abril 0€ porque no está el put.... ERTE, hasta el 10 de mayo no percibes un clavel. Así que no sabes si tomarte una cerveza, o un wysky. Si a todo esto le sumas que el 4 día de cuarentena a tu marido lo ponen como posible coronavirus y se tiene que aislar en casa con lo que eso conlleva….. pues igual prefieres ansioliticos. Pero con esto no cuentan los profesores o igual si, ya se que ponen que no es obligatorio hacer todas las tareas, pero como madre te sientes mal si no te esfuerzas e intentas que las hagan , porque lo que no quieres es que esta situación cause a largo plazo un bajón en las notas y que luego sea más difícil para ellas seguir las rutinas del cole. Aún así ponemos una sonrisa,salimos a las 8 a aplaudir todos los días, cantamos canciones ,y deseamos poder salir a dar un paseo al parque lo antes posible. El aplauso debería ser compartido todos los días al 50% Médicos- Niños. Son unos campeones son quienes nos están dando lecciones .
domingo, 5 de abril de 2020
Tirando de la correa
Hola seguimos teniendo gente que se atreve a plasmar sus sentimientos así que os lo dejamos para que lo leáis.
Yo trabajo cara al público todos los días, salgo de casa sin saber si llego contagiada o no. Muchos días me voy llorando a mi cama porque en cuanto abro la puerta de casa la que viene corriendo es mi hija a darme un beso y no puedo porque primero me tengo que quitar la ropa y ducharme, después cuando soy yo la que le voy ha dar el beso de buenas noches es ella la que me dice que no. También tengo perro y sí, mi perro está cumpliendo el confinamiento y es el que peor lo lleva. Esto le ha generado una ansiedad que no hago más que recoger pelo del suelo. El es un cachorro de 40 kilos y necesita correr y jugar y cuando lo bajo a la calle no hace más que saltarme para que lo suelte, me duele el verlo así pero se que es por una buena causa. Yo ya no se si tirarme de los pelos o directamente de la ventana.
Yo trabajo cara al público todos los días, salgo de casa sin saber si llego contagiada o no. Muchos días me voy llorando a mi cama porque en cuanto abro la puerta de casa la que viene corriendo es mi hija a darme un beso y no puedo porque primero me tengo que quitar la ropa y ducharme, después cuando soy yo la que le voy ha dar el beso de buenas noches es ella la que me dice que no. También tengo perro y sí, mi perro está cumpliendo el confinamiento y es el que peor lo lleva. Esto le ha generado una ansiedad que no hago más que recoger pelo del suelo. El es un cachorro de 40 kilos y necesita correr y jugar y cuando lo bajo a la calle no hace más que saltarme para que lo suelte, me duele el verlo así pero se que es por una buena causa. Yo ya no se si tirarme de los pelos o directamente de la ventana.
Tengo la “suerte” de que mi hija tiene 4 años y no le mandan muchas tareas del cole pero
hablando con otros padres me cuentan que si se piensan que tenemos una papelería en casa, no tienen acceso hacer todas las manualidades que mandan por falta de material y de tiempo. Si estaremos todo el día en casa excepto cuando trabajamos, sacamos al perro, hacemos la casa, hacemos la comida, y el tiempo que los queda queremos aprovecharlo mejor jugando que haciendo tareas!!! Ellos lo están haciendo muy bien pero tambien necesitan jugar con nosotros.
Muchas gracias por todo, juntos lo conseguiremos y esto pasará.
viernes, 3 de abril de 2020
Abrazos, aplausos y adioses
Hola sigue habiendo atrevidas que nos cuentas como lo están pasando.
Os recuerdo que cualquiera puede contar como se siente o incluso animar a los demás, un abrazo y os dejamos este gran testimonio.
(ampabn@gmail.com)
Os recuerdo que cualquiera puede contar como se siente o incluso animar a los demás, un abrazo y os dejamos este gran testimonio.
(ampabn@gmail.com)
Pues yo llevo dos días sin dormir. Y eso que me considero una persona optimista y positiva. Pero ahora mismo me superan las tareas, las aplicaciones, los blog y los mensajes de racima. Sé que los profesores se están volcando para que haya algo de normalidad en esta situación pero no funciona. En mi casa ahora no vale. Mis hijas nunca ponen pegas para hacer deberes, ni estudiar pero ahora les sobrepasa (tengo que agradecer los mensajes de las profesoras diciendo que no me preocupe y que hagan lo que pueda).
La pequeña pasó de animar a todo el mundo diciendo que somos superhéroes por quedarnos en casa a estar preocupada porque su peluche Coco tiene pesadillas. La mayor, ya en el instituto, pasó de hacer videollamadas con sus amigas y deporte en grupo a no querer moverse. Los fines de semana que no abren Racima, ni el blog (porque nos las dejo) están más contentas y juegan. No se quejan aunque lo están pasando mal. Son unas valientes. Desde hace quince días estoy en casa , en mi empresa hay un ERTE, cómo en la mayoría. Iba a aprovechar a hacer cursos de reciclaje pero no tengo tiempo. Entre ayudar a la mayor a organizarse e intentar que la pequeña haga un poquitín de lo que sea, pintar incluido, y parar bulos de whatsap...se me van las horas. Eso sí nunca tuvimos la casa tan recogida, lo bueno de no salir de casa es que no hay que planchar ¿cómo puede ser que a alguien le relaje eso? Decidí que hasta que mis hijas no puedan salir de casa yo tampoco. Mi marido es el que sale por trabajo, así aprovecha y hace la compra (en casa somos más de chocolate que de papel higiénico). A mí el humor me viene bien y, de momento, discutimos poco. A veces me siento culpable por no poder ayudar más, entonces mi marido me dice que ayudo quedándome en casa. Lo único que es obligatorio en mi casa es salir a las ocho a aplaudir y hablar con mi madre por teléfono (la persona más fuerte que conozco),lo demás sino se hace hoy ya se hará. Somos unos privilegiados porque estamos los cuatro juntos, sanos y nos podemos abrazar. Mi padre murió en noviembre, pude estar con él, arroparle y decirle adiós.
Ahora es imposible, no puedo imaginar lo duro que tiene que ser, es lo más triste de todo, será por eso por lo que no duermo.
Mucho ánimo, muchas gracias a todos los que vais a trabajar para que podamos salir de esta. Queda un día menos para poder vernos en el patio del cole.
jueves, 2 de abril de 2020
SEGUIMOS CONTANDO HISTORIAS
Hola hoy tengo la suerte de poderos contar como se siente otra persona que ha sido tan amable de abrir sus sentimientos con nosotros y esto es lo que nos cuenta.
Aplaudo está iniciativa, gracias por dejarme formar parte de ella.
Por dónde empiezo... Soy madre, soy enfermera... Porque me siento MUY las dos cosas. Tengo dos niños de 2 años y 4 años, unos bichos.
En la clase del mayor han hecho una web divertida, y cada día ponen diferentes actividades. Cuando intento ponerme con el portátil que tenemos ( es muy viejo) el pequeño también quiere estar con nosotros y nos tira el portátil, le da golpes, nos cambia de actividad... Es muy complicado poder hacer las actividades con el mayor. A veces me siento mal, porque pienso que sus compañeros estarán haciendo todo.... Y los míos se pasan más tiempo del que me gustaría viendo la TV. Se nos hace ya cuesta arriba estar en una casa sin terraza ( la próxima que me compre con un gran jardín).
Mis héroes son mis hijos. Hay días que me dice el mayor que quiere salir, estar con sus amigos, le cuesta entender porque no podemos salir.
Mi marido continua trabajando, los dos trabajamos a turnos, no podemos dejar a los niños con nadie, y esto nos crea muchas discusiones, es complicado tener que estar diciendo a tu jefe cada semana los turnos de tu mujer, que encima pueden ir cambiando.
Yo como enfermera tengo días de bastante estrés y miedo, sobretodo porque no quisiera contagiar a mis hijos. Me encanta mi profesión, estoy muy orgullosa de todo el personal sanitario.
Juntos venceremos.
Gracias por poder desahogarme.
PD:Animaros y contarnos como os sentís ( ampabn@gmail.com)
miércoles, 1 de abril de 2020
EN TIEMPOS DE ALARMA
Hola después de haber pasado estos días pensando bastante he decidido contaros como me he sentido como madre, como mujer, y cómo sanitario.
Como madre me siento abrumada por la cantidad de tareas que les piden a mis hijos, sobre todo al mayor, necesito como bien dicen algunos chistes varias manos y ser trapecista, tengo ya cinco aplicaciones diferentes en la tablet para poder entregar diferentes deberes que le mandan a mi hijo, además de las fichas y varias cosas que no sé identificar para poner en marcha el potencial de mis hijos en educación física, informática y plástica. Creo que no tengo recursos psicológicos para afrontar con ellos esta situación tan difícil . Es más ya ha empezado a pasarles factura porque algunos días se despiertan con pesadillas.
Como mujer no me he relajado ni un solo segundo, por momentos siento miedo por la situación en la que se encuentra el país, en otros momentos siento ansiedad. Y cuando tengo esperanza es porque veo como mis hijos siguen día tras día encerrados y apenas se quejan.
En mi pareja ya hemos discutido por todo , economía, política, educación ....aún así seguimos juntos (no podemos hacer otra cosa jajaja).
Como sanitario solo diré que en mi casa mis hijos ven como su madre sale a trabajar con una sonrisa y vuelve de mala leche y con el ánimo derrotado pero a las ocho todos los días aplaudimos a todos los que hacen posible que esto siga en pie.
Me despido deseando que esto termine cuanto antes y de la mejor manera posible.
Un abrazo
PD: Si alguien quiere compartir como se siente estaremos encantados de publicarlo.
ampabn@gmail.com
Como madre me siento abrumada por la cantidad de tareas que les piden a mis hijos, sobre todo al mayor, necesito como bien dicen algunos chistes varias manos y ser trapecista, tengo ya cinco aplicaciones diferentes en la tablet para poder entregar diferentes deberes que le mandan a mi hijo, además de las fichas y varias cosas que no sé identificar para poner en marcha el potencial de mis hijos en educación física, informática y plástica. Creo que no tengo recursos psicológicos para afrontar con ellos esta situación tan difícil . Es más ya ha empezado a pasarles factura porque algunos días se despiertan con pesadillas.
Como mujer no me he relajado ni un solo segundo, por momentos siento miedo por la situación en la que se encuentra el país, en otros momentos siento ansiedad. Y cuando tengo esperanza es porque veo como mis hijos siguen día tras día encerrados y apenas se quejan.
En mi pareja ya hemos discutido por todo , economía, política, educación ....aún así seguimos juntos (no podemos hacer otra cosa jajaja).
Como sanitario solo diré que en mi casa mis hijos ven como su madre sale a trabajar con una sonrisa y vuelve de mala leche y con el ánimo derrotado pero a las ocho todos los días aplaudimos a todos los que hacen posible que esto siga en pie.
Me despido deseando que esto termine cuanto antes y de la mejor manera posible.
Un abrazo
PD: Si alguien quiere compartir como se siente estaremos encantados de publicarlo.
ampabn@gmail.com
domingo, 23 de febrero de 2020
Carnaval 2020
Este año cuento que después de el jueves haber hecho una actuación de lujo el sábado fue una lección.
La ilusión de nuestros pequeños nos hizo mantenernos bailando y cantando casi todo el desfile , nos quedamos sin música y aún así lo defendimos muy dignamente , si después de esto hay a alguien que le queda vergüenza es porque en realidad sí que la tiene. Para los que como yo la han perdido hace mucho tiempo solo me queda deciros que sin vergüenza se hacen la mayoría de cosas. Deciros a todos padres y niños gracias y gracias porque el carnaval de este año no lo voy a olvidar, pero sobretodo por la ilusión de los niños que cantaban a pleno pulmón y se dejaban la voz y los pies en el baile. Me queda pediros que aunque nos pasen cosas como estas sigáis participando porque nuestros pequeños lo viven como algo extraordinario.
La ilusión de nuestros pequeños nos hizo mantenernos bailando y cantando casi todo el desfile , nos quedamos sin música y aún así lo defendimos muy dignamente , si después de esto hay a alguien que le queda vergüenza es porque en realidad sí que la tiene. Para los que como yo la han perdido hace mucho tiempo solo me queda deciros que sin vergüenza se hacen la mayoría de cosas. Deciros a todos padres y niños gracias y gracias porque el carnaval de este año no lo voy a olvidar, pero sobretodo por la ilusión de los niños que cantaban a pleno pulmón y se dejaban la voz y los pies en el baile. Me queda pediros que aunque nos pasen cosas como estas sigáis participando porque nuestros pequeños lo viven como algo extraordinario.
jueves, 16 de enero de 2020
Será quizá...
...que por fín ya vamos integrando de lo que somos capaces cuando trabajamos en equipo y con ilusión, cuando sacamos al chiquillo que todos llevamos dentro , ese al que vamos amarrando para que no se nos desmande con el paso de los años y no nos saque de la senda del sentido común que se supone que debe regir nuestra madurez...ese que cuando se suelta nos da esos minutos de gloria y locura que son felicidad...compartidos con nuestros hijos...
Igual por eso algun@s, no nos hemos podido contener y este año hemos vuelto a recaer.Y tú? ...te apuntas?
Suscribirse a:
Entradas (Atom)